Año tras año, el impacto de los seres humanos en nuestro planeta es cada vez mayor.
Sin embargo, no hace mucho tiempo, el agua de los canales de Venecia era cristalina y los niveles de contaminación atmosférica alcanzaron mínimos históricos… entonces,
¿por qué no aprovechamos esta oportunidad para continuar con el buen ejemplo y cuando vamos al mar tratamos de no contaminar los océanos y ser respetuoso con el medio ambiente???
Los protectores solares son esenciales para protegerse del sol. Los filtros UV son fundamentales en la composición de los protectores solares, ya que son
responsables de la función de protección contra los rayos UVA y UVB.
Los filtros solares convencionales usan los llamados filtros químicos, es decir, sustancias sintéticas complejas que penetran en la piel, como los filtros solares UV.
Una vez penetrada en la piel, en presencia de radiación UV, se produce una reacción fotoquímica con el objetivo de absorber su energía, minimizando su impacto.
Los filtros químicos necesitan de 20 a 30 minutos para comenzar a ser efectivos. Algunos ejemplos de filtros químicos son el ácido 4-aminobenzoico, la benzofenona-3 o el metoxicinamato de etilhexilo.
Por otro lado, la cosmética natural orgánica certificada ofrece protectores solares que usan solo filtros físicos, también llamados protecciones minerales (óxido de zinc y / o dióxido de titanio).
Su mecanismo de protección consiste en crear una barrera física sobre la piel, sin llegar a penetrarla.
Esta barrera es efectiva inmediatamente como un espejo, reflejando los rayos.
Los minerales utilizados son estables a altas temperaturas, a diferencia de los químicos que pierden su efectividad.
Cada año, toneladas de cremas solares se encuentran en el mar y los océanos y esto afecta negativamente al ecosistema marino.
Muchos de los filtros químicos se consideran dañinos y se están haciendo más y más estudios para descubrir qué filtros son los mejores para no arruinar nuestro fondo marino.
Uno de los filtros químicos más estudiados es la oxibenzona (INCI: 3-benzofenona), un filtro UV ampliamente utilizado en protectores solares convencionales, pero prohibido por las etiquetas ecológicas COSMOS y NATRUE.
Los estudios demuestran que este ingrediente pone en peligro la fauna marina y los fondos marinos de coral, ya que contribuye al blanqueamiento de los corales y al daño de sus fondos marinos.
Básicamente afecta el ADN de los corales e interrumpe su reproducción y crecimiento, además se sospecha que también altera el ADN de algunas algas, desequilibrando así el ecosistema marino.
Por esta razón, este ingrediente, junto con otros como el octinoxato (INCI: Ethylhexyl Methoxycinnamate) están prohibidos en muchas playas como Hawai, Micronesia y la reserva de Tulum en México.
Ahora es el momento de reflexionar sobre los hábitos de los consumidores y cómo pueden afectar negativamente al medio ambiente.
¡Propongo que a partir de este verano comience a disfrutar del sol utilizando protectores solares orgánicos certificados que cuidan su piel y también respetan nuestro planeta!
Para cualquier información y aclaración sobre esto, puede encontrarme en mi herbolario ENEBRO en san isidro ¡Estaré encantado de dedicarle mi tiempo!
¡Feliz verano a todos!
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