El colesterol es una grasa que se encuentra en todas las células del cuerpo, la mayoría de los órganos pueden producir colesterol, pero se sintetiza principalmente en el hígado y en el intestino graso.
Laura Nardi
Naturópata
Además, el colesterol tiene una función de reserva y desempeña otras funciones importantes, como formar parte de las membranas de nuestras células y ser el precursor de numerosas hormonas como la progesterona, la testosterona, el estradiol y el cortisol. Por lo tanto, al contrario de lo que uno podría pensar, el colesterol no es tan dañino, lo que afecta la salud de una persona es un exceso o una mala calidad del colesterol en sí.
Los dos tipos de lipoproteínas que contienen colesterol son:
LDL: compuesta principalmente de colesterol y una proteína llamada apoB.
Esta es la forma de colesterol sintetizada por el hígado, después de lo cual se distribuye a los diversos órganos. El 70% del colesterol que circula en la sangre circula en forma de colesterol LDL, comúnmente llamado “colesterol malo”, ya que es responsable de la aterosclerosis o de la acumulación de colesterol en las paredes de las arterias.
La otra forma es HDL, compuesta principalmente de colesterol y una proteína llamada apoA, comúnmente llamada “colesterol bueno” porque transporta el exceso de colesterol desde los órganos hasta el hígado.
HIPERCOLESTEROLEMIA GENETICA
La hipercolesterolemia familiar es un trastorno genético, generalmente debido a mutaciones en diferentes genes. El más conocido y más frecuente es aquel en el cual el receptor de LDL en la pared celular se ve alterado, por lo tanto, el colesterol no puede penetrar en la célula a través de este receptor, y de esta manera el colesterol permanece en el torrente sanguíneo sin ser utilizado y se deposita En las paredes de las arterias.
LA ARTEROSCLEROSIS
Se caracteriza por un depósito de células formadas por el colesterol LDL en la pared de la arteria. Si el fenómeno persiste durante mucho tiempo, el corazón carece de oxígeno y nutrientes (este fenómeno se llama isquemia) y se produce una angina o un infarto de miocardio.
La forma de prevenir estas enfermedades es adoptar el estilo de vida más saludable posible a través de una dieta saludable, derivada del omega 3, que reduce el colesterol LDL y los triglicéridos.
Ciertamente, es necesario recordar la importancia de practicar ejercicio físico constantemente y de tomar suplementos naturales a base de plantas como la alcachofa, que ayudan a mantener el hígado limpio y, a su vez, disminuyen el “colesterol malo”, la lecitina de soja, el ajo y entre los últimos descubrimientos el arroz rojo fermentado en tabletas, combinado con la coenzima q10 para oxigenar las células.
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